Me gustaría.

Me gustaría contarte todo lo que nunca dije, hablar sobre mis miedos, mis metas.
Me gustaría que vos me contaras las tuyas, compartirlas y cumplirlas juntos.
Me gustaría saber todo de ti, y también sobre mi.
Me gustaría no ser tan pesimista y pensar que esto es el comienzo de algo bueno.
Me gustaría poder ser lo suficientemente tonta para caer en tus dulces brazos.
Me gustaría saber lo que se siente vivir por una última vez.
Me gustaría no sentirme tan nerviosa cada vez que te veo, poder ser yo misma.
Me gustaría que estuvieras acá viendo la manera cual se mueven mis manos por el teclado.
Me gustaría volver a sentir lo que es estar bien, puramente alegre, iluminada, completa.
Me gustaría que sintieras lo mismo.

Ojos miel.

¿Qué me estás haciendo? No sé que es lo que me gusta de ti, pero me gusta cada vez más. Esa forma que caminas, la manera que sonríes, cuando tus ojos me esquivan, pero más que nada cuando no temen y directamente me miran. 

Parece que te conozco aunque no sea así. Me intriga que pensamientos pasan por esa cabeza desenfocada, ojalá yo exista ahí dentro.

No entiendo porqué me pasa esto. Solo quiero verte caminar, haces mi día especial sin saberlo. 

Bondad es lo que veo en ti, pura y simple bondad, cosa que no había notado en nadie antes.

Ojitos miel, te quiero conocer.

Otra vez.

Por todo lo parecido que me empezó a gustar, terminó de enamorarme con sus diferencias. Nunca me vi a mi misma en este lugar antes. Todo sentimiento vuelve a ser nuevo, puro, cada palabra, cada pensamiento, y todo vuelve a ser color alegre.
Se siente raro volver a vivir. Pienso que estoy en un mundo en el que no soy bienvenida pero me hago camino cortando cada árbol caído. Mi meta es no salir mal parada, arreglar todo para cuando esté lista para compartir todo lo que pueda.
Ya sé que dije que nunca más iba a confiar en otra persona, así no me veo más heridas, pero no me interesa, si a mi me encanta coleccionarlas..
Igual.. a quién engaño? Al principio siempre hay que pensar que nadie te va a lastimar, la gente idiota cree eso, y como soy idiota, bienvenido seas pensamiento iluso.

Corazón.

Corazón por favor, deja de doler. No sufrí lo suficiente? Deja de sentirte vacío, deja de caerte poquito a poco. Corazón por favor, deja ese estúpido intento por latir, nunca más voy a sentir otra vez. Te ruego por favor, deja de hacerme daño corazón, deja de querer amar algo que nunca fue tuyo. Por favor corazón, deja de sufrir.

Cinco de noviembre.

Ella es indescriptible. Ilumina cada centímetro cúbico cada vez que da un paso. Su luz interior es pegajosa, te dan ganas de ser igual que ella e ir destellando por la calle.
Sus ojos soñadores te transportan a otro mundo totalmente diferente en el que no existe la oscuridad. Su mirada tranquilizadora te informa que nunca te va a pasar nada malo mientras esté presente. Solamente con mirar a sus ojos, sus ojos cafés, puedes ver su alma entera, su dolor.
Cambiando la mirada a su personalidad, no hay otra igual. Ella te llena el interior, te calma, te hace sentir bienvenido, en tu casa. No hay nadie quien la conozca en serio, las personas cuales más lo hicieron desaprovecharon la oportunidad o simplemente no les interesó conocerla más de lo que ella mostraba.
Pero yo si la conozco. Yo sé lo que esconde detrás de esa sonrisa chueca, sé lo que mira con esos ojos perdidos y atónitos, sé exactamente como hacer para que ella se quiebre, pero lo que no sé es a donde se fue la persona que amo.

No importa si lo que ames sea él, ella, o eso, lo que importa es que lo amas. Mientras escribí esto, no pude desear más que todo esto nunca hubiera pasado. Amor mío, sos mi Rachel, mi Elena, mi Spencer, mi Annabeth.
Sos mi Lena, mi Tris, mi Clary.
Sos mi Katniss, y hasta mi Luna.

Me rindo.

Me gustaría poder cambiar un poco a la gente, dejar mi marca en cada corazón al cual me acerco, ¿es mucho pedir? Me di cuenta que la persona antes y después de pasar tiempo conmigo es la misma.
Me molesta saber que no te cambié en absoluto, no hay rastro de mi persona en vos, cero. Esto me hace querer aferrarme más a cada persona que conozco, así día a día me vas a conocer cada vez menos, hasta que llegue un tiempo que no me vas a reconocer, ni vos ni yo.
Estoy en una bajada, eso no hay duda. Todo el tiempo me atormenta mi pasado, me recuerda que no soy lo suficientemente fuerte para superar esto, me recuerda que soy débil y que por más que vaya contra la corriente va a llegar el momento en que mis piernas y brazos van a querer dejar de luchar. Ese momento es ahora, me cansé de pelear, me harté de tener que ser fuerte.

No se.

No se que estoy escribiendo, solo me senté y me puse a escribir lo que pensaba. Arranque a vagabundear por los rincones de mi cerebro negro fluo y no encontré nada familiar, solo encontré llanto.

No se, puede que no salga de ningún sitio, o también puede que sí, pero no estoy segura y tampoco lo voy a estar. No solo no estoy segura de esto, sino que no estoy segura de qué es lo que estoy haciendo conmigo misma.

No se, me encanta lastimarme así me veo sangrar por dentro, amo marchitarme para luego florecer en primavera, me divierte pisotearme teniendo el fin de levantarme con la marca del zapato en mi espalda.

No se si estoy feliz, pero no estoy triste. Cambié mucho desde que me conocí a mi, mi esencia fue cambiada poquito a poco por cada persona que tuvo contacto conmigo.

No se si estas lágrimas son por vos, no se si son de felicidad o tristeza, lo que estoy segura es que son verdaderas, son con motivo de purificarme, son el renacer de mi nueva persona.