Soy una persona fuerte. No me dejo vencer por nada ni nadie. Todos los conflictos que se me presentaron, los pase con la frente en alto y muy orgullosa de haberlos pasado. Mi caso es único en millones. Nadie pudo soportar lo que yo, y me siento honrada de haber tenido la fortaleza suficiente para haber superado todos mis obstáculos.
Cicatrices quedaron, como algún que otro problema que sigo llevando. Cada vez que se me da la oportunidad, observo que mi cuerpo posee marcas que te ayudan a adivinar lo que pase, pero ninguna de ellas duele, están todas cerradas y se nota con facilidad que están en buen estado. En el ombligo sigo teniendo un punto, al cual me encariñe mucho. Señor 'Punti' a su servicio. Negro como el carbón, vigilando y haciendo pinta en el centro de mi estomago. A veces se me hace un poco divertido pensar que 'Punti' no estaría ahí, si no fuera por mi fortaleza de voluntad.
'Punti' tampoco me causa dolor. La única cicatriz que me duele, es aquella que no se nota. No se ve fácilmente,ya que no es física. Es un dolor extraño. Como si tu pecho, tu pulmón, te estuviera jugando una mala pasada y te engañara con aire falso. Como si tu mente te sacara de quicio, tu mismo llevándote la contra a tu otro yo. Una maldad seca, inexistente, solitaria, inentendible, tan malvada como un ladrón que secuestra a un bebe para solo causar dolor a sus familiares.
Este dolor me hace pensar que soy tan débil. Todo lo que pase no fue en vano, ya que gracias a ello mi vida cambio y este dolor apareció. O tal vez no. A lo mejor siempre estuvo, pero no lo quería ver, ya que no me convenía vivir pensando en que iba a sufrir por cada decisión tomada. Pero ahora cuando vuelve este punto en el corazón que me ataca todos los días, me pregunto como era tan fuerte, como pude soportar tanto?
Será que las heridas físicas sanan mas fácilmente que las del corazón? Será que soy fuerte físicamente y no de corazón? No. Seguiré siendo una persona fuerte, pero llegas a mi corazón como lo hizo el.. y me desmorono lentamente parte por parte. El dolor que tanto me persigue, la nueva enfermedad que tanto me acecha la cual no se cura con nada, se llama, corazón roto.